Nessun dorma...: murió en Italia el tenor Luciano Pavarotti


El cantante italiano Luciano Pavarotti, uno de los tenores más importantes del siglo XX, murió hoy a los 71 años en Módena, su ciudad natal, confirmó su representante Terri Robson.


Enfermo de cáncer, la salud del artista sufrió un marcado deterioro en las últimas horas y llegó a perder el conocimiento en varias oportunidades. El año pasado se le diagnosticó un cáncer de páncreas y especialistas en Nueva York se lo extirparon, pero el cantante no consiguió restablecerse por completo. Desde entonces vivió retirado en Módena con su segunda esposa Nicoletta Mantovani y la hija de ambos, Alice.


Pavarotti, considerado uno de los grandes tenores de la ópera mundial, ya había sufrido en años anteriores varios problemas de salud, que en diversas oportunidades lo habían obligado a cancelar sus presentaciones. El cantante ópera murió a las 5 de la mañana de hoy (medianoche del miércoles en la Argentina) después de que los medios italianos difundieran ayer su agradecimiento por el Premio Excelencia en la Cultura de Italia que le concedió el gobierno italiano y que, según declaró, “celebra la magia de una vida dedicada al arte”.


La muerte de Pavarotti deja a la lírica sin una de las voces que la popularizó gracias a un estilo que arrasó con las fronteras entre lo académico y lo popular.
El tenor, nacido en Módena el 12 de octubre de 1935, heredó de su padre panadero el amor por la música que despuntaba en un coro local y asistió de niño a la Scuola Magistrale, en donde después de graduarse impartió clases de primaria.
Luego dio sus primeros pasos dentro del mundo de la música en el coro del teatro de la Comuna en Módena y en la Coral de Gioacchino Rossini. En 1955 comienza sus estudios de canto con Arrigo Polo y posteriormente se traslada a Mantua, para tomar clases con el profesor Ettore Campogalliani.
En 1961 ganó el Concurso Internazionale de Opera en donde realizó su primera ejecución profesional de una ópera completa con “La Bohéme”, de Giáccomo Puccini. Su buen desempeño le posibilitó pasar al teatro Massimo de Palermo y de allí, en 1963, a la escena internacional con actuaciones en Amsterdam, Viena, Zurich y Londres.
Para el año 1965, debuta en Estados Unidos junto a la conocida soprano Joan Sutherland en una producción de Lucia di Lammermoor, primera de una larga historia conjunta, que con “La Bohéme” en La Scala, San Francisco y Nueva York, conquistó el corazón de cientos de admiradores en todo el mundo. Un año más tarde interpreta a Tonio en “La Fille du Régiment” y se consolida internacionalmente al participar en el teatro Convent Garden, en Londres, donde se le concede el título de “Rey de la Octava Do”.
En la medida que su voz se oscureció y creció, interpretó a Mauricio, Ernani, Radamés, Calaf, y en 1992, Otello, el rol más importante y difícil en la carrera de este cantante lírico.
Desde entonces, su ascenso lo convirtió en el tenor más nombrado desde Caruso y a su labor lírica le sumó el registro de canciones napolitanas e italianas y varias interpretaciones en vivo junto a cantantes de la talla de Sting, Bryan Adams y el vocalista de los U2, Bono.
En esa ruta popular se unió a sus pares y amigos José Carreras y Plácido Domingo para una larga serie de conciertos multitudinarios en que se destacaron los de Roma (1991) y Los Angeles (1994).

NESSUN DORMA... (www.youtube.com/watch?v=VATmgtmR5o4)

4 comentarios:

wallychoo dijo...

Ahora empieza a ser leyenda...

Abrazo, sonrisa y beso

Rockfo dijo...

Adiós a un capo!

Salu2

Relatos de Tierra dijo...

Si, me dió mucha pena cuando me enteré. No sé por qué; pero se me hacía buen tipo...

Bueno: adios a un capo, emulando a delirius

Lalita dijo...

wallyzz: si, no se si es bueno o malo... va a vender discos como loco el tipo. besos

delirius: coincidimos plenamente. gracias x pasar!

alejandro: totalmente de acuerdo. beso!