Yesterday

A veces extraño esas épocas en que la vida era simple. Cuando todo eran certezas, y la decisión importante a tomar era si el helado iba a ser de frutilla o de chocolate.

Cuando me sentaba en la oscuridad a mirar la autopista por una rendija de la ventana.

La noche era calma, los pensamientos eran inocentes, y la vida ni siquiera era un gran misterio.

Cuando Papá Noel de verdad existía, y si salía al patio de la casa de mi abuela era seguro que me topara con él.

Cuando la mano se daba naturalmente, los dolores eran de panza y la tristeza duraba el tiempo en que papá y mamá tardaban en arrancarme una sonrisa.

El tiempo era algo que pasaba en unos aparatitos que no sabía leer.

Cuando los abuelos eran jóvenes y la muerte era algo que ocurría en los videojuegos.

Las dudas eran sobre 2 + 2. Todos los caminos tenían césped en los costados y llevaban al arenero.

A veces extraño esas épocas cuando era ser en bruto.

Y la vida era simple...